El pasado 11 de Mayo, la Tierra se manifestó de forma violenta, principalmente, en Lorca, municipio situado al suroeste de la Región de Murcia. Dos terremotos de 4´5 y 5´1 de intensidad en un espacio de tiempo de menos de dos horas y seguidos de un gran número de réplicas, a día de hoy por las 39 de menor intensidad ( no han superado la magnitud de 2´7), sacuden la ciudad dejando tras de sí una gran desolación: nueve muertos, 300 heridos y cuantioso daños materiales individuales y colectivos como los que ha sufrido el patrimonio artístico y cultural.
El epicentro se localizó en la Sierra de Tercia, en el término municipal de Lorca. La propagación del seísmo se extendió con fuerza en varias poblaciones de la Región como Murcia, la capital; Mazarrón, Cartagena y Águilas, e incluso se notó en otras provincias de otras Comunidades como Alicante, Almería, Albacete y Madrid.
Los terremotos son un producto de la DINÁMICA de las PLACAS TECTÓNICAS, en cuanto a este aspecto Lorca está mal situada porque está justo encima de una falla tectónica, la falla de Alhama de Murcia, que recorre parte de la provincia de norte a sur durante 100 km y acaba en Cuevas de Almanzara ya en Almería. Las fallas, como grietas en la tierra, son el vector de los movimientos que se producen bajo ella y, como cables, transportan la destrucción sísmica a lo largo de ella.
Destacar: los centenares de efectivos de los cuerpos especializados en catástrofes que, trabajan sin descanso en las tareas de atención a los afectados, rescates, desescombro, apuntalamiento de edificios… Los voluntarios y la pacífica y colaboradora actitud de los ciudadanos afectados.
Todos somos afectados y todos debemos ser solidarios con nuestros vecinos.
